sábado, 27 de febrero de 2016

CARRANQUE: UNA DE ROMANOS

Casi con dos meses de retraso me decido a relatar la muy grata, amena y cultural visita a la localidad toledana de Carranque, población ubicada en la comarca de "La Sagra", muy próxima al límite sur de la Comunidad de Madrid, a la cual se accede por la A-42 hasta Torrejón de la Calzada, de ahí hasta Griñon, para luego tomar la desviación a nuestro destino.

Se trata de importante localidad con población de casi 5.000 personas, cuya visita merece la pena en sí misma, ya que nos ofrece un muy agradable paseo y posterior tapeo y además, es parada obligatoria por ser poseedora de un importante yacimiento arqueológico romano, cuya visita no puede omitirse por nadie que sienta interés por esta civilización desaparecida, ni que desprecie la cultura.

Lo dicho, Salida a Carranque, visita al yacimiento, paseo por la localidad y tapeo en su plaza. Lo juro ¡Palabra de Jubitapa!

No quiero explayarme en detalles técnicos sobre el yacimiento arqueológico, dado que el mismo se encuentra sobradamente descrito en la web oficial de su ayuntamiento, así como por la muy buena exposición que realiza todo el equipo de personas que atienden dicho yacimiento. Además, seguro que me lío, me enrrollo y confundo a Calígula con Atila. Bueno, la verdad es que según los textos escritos, algo tenían en común.

Y ya sin más preámbulo paso a comentar, motivaciones, avatares, emociones y agradecimientos de   nuestro periplo romano-toledano.

Pero creo que es de justicia que empiece por los agradecimientos, sabiendo que habrá malintencionados que al leer estas páginas, pensarán que me mueven intereses espúreos. ¡País de envidiosos! Al grano:
1) Al Ayuntamiento de Carranque por mostrarnos un trabajo que ya viene de lejos, realizado con amor por su pasado histórico, con dedicación y constancia, en unos tiempos cuya coyuntura económica imagino que no les debe resultar nada favorable. Que en nuestros días donde la cultura cada vez es más de usar y tirar, haya consistorios que se preocupen de la riqueza histórica de su comarca (que es la de nuestro país), sólo merece reconocimiento y agradecimiento. El precio de la entrada es irrisorio y seguro que es totalmente insuficiente para el mantenimiento y continuación de los trabajos en curso.
2) A todo el equipo de personas que se encargan de mostrar, documentar e informar a los visitantes del yacimiento. Desde el primer momento se nota que les gusta su trabajo y que están orgullosos de esta joya arqueológica. Motivos tienen. Qué decir, amabilidad, dedicación, conocimientos. En definitiva, profesionalidad.

Todo surgió el día en que nuestro amigo Pedro Julio (Petrus Julius en romano) nos informó de la existencia de estas excavaciones, dado que personas a él allegadas, las habían visitado con un centro docente. Nos sugirió su visita y dicho y hecho: ¡jubitapas en acción!

Allí fuimos Enrique, Pedro y yo. Enrique y yo ya somos jubitapas expertos y veteranos, no así Pedro que aunque jubitapa por edad y situación laboral, no ejerce por una incomprensible falta de vocación.

No recuerdo exactamente la fecha (un viernes 8 ó 15 de Febrero), pero era un día muy desapacible, gris, ventoso y húmedo. Partimos en coche, en cómodo viaje amenizado por una grata conversación, tan grata que me perdí dos veces y realizamos el trayecto de unos 50Km  en 1h y 15 min:
"joé tío, te has vuelto a perder"
"es que me estáis liando"
"la próxima vez conduzco yo"
"Sí porque no sé a qué hora vamos a llegar"
Total, que teníamos previsto llegar a tomar café y desayuno y nos tomamos unas cañas SIN ALCOHOL con un muy digno apoeritivo, el el kiosco de su plaza central.
Después de esta reconfortante parada, nos dirigimos al yacimiento romano que se ubica a unos 4 - 5 km del pueblo y al cual se accede por un puente nuevo que cruza el rio Guadarrama en busca de su ya cercana desembocadura en el Tajo.








Y así llegamos al yacimiento











Las buenas gentes que allí se encontraban (visitantes esporádicos y dos colegios) se sorprendieron, no entiendo por qué, al vernos de esta guisa, pues de todos es sabido que los tres amigos, Pedro Julio (Petrus Julius), Enrique (Harrycum) y yo (Ego), somos fervorosos amantes de esa civilización ya desaparecida, pero que tanto nos ha legado y que afortunadamente seguimos conservando. Nos consideramos descendientes directos de dicho pueblo, genética y culturalmente.

Que se puede decir de una cultura apasionante, cuya desaparición supuso la disgregación y atomización de Europa, la cual desgraciadamente se mantiene en nuestros días.

Recuerdo aquella famosa película de Monty Python , La Vida de Brian, que nos ofrece en clave de humor, una escena que recuerdo más o menos así:
Se encuentran dos revolucionarios, militantes del ya desaparecido Frente Popular de Judea, el cual es una escisión del Frente Popular Judaico que a su vez, es una escisión del Frente Judaico Popular; ambos enemigos acérrimos del Imperio Romano, uno idealista y ortodoxo y otro ¿tonto perdido? y escasamente convencido de la revolución que proyectan. Conversan:
IDEALISTA: "Vamos a ver, tú ¿que tienes a favor de los romanos? ¿qué nos han dado?
TONTO: "hombre, pues las calzadas romanas, gracias a las cuales podemos comunicarnos con otros pueblos y comerciar facilmente, trasmitiendo nuestras costumbre y cultura"
IDEALISTA: "Sí, sí, vale, vale ¿y qué más?"
TONTO: "hombre, pues el arado romano, gracias al cual podemos optimizar nuestros cultivos y cosechas".
IDEALISTA: "Sí, si, vale, vale ¿y qué más?
TONTO: "Hombre, pues los acueductos romanos, gracias a los cuales podemos regar nuestros cultivos en tiempos de sequía".
IDEALISTA: "Sí, sí, vale, vale ¿y qué más?
TONTO: "Hombre, pues el Derecho Romano, gracias al cual podemos tener un orden social que regula nuestra conducta diaria y pone sensatez en nuestra sociedad y protege nuestro patrimonio"

Y así una lista enorme.

Pueblo sabio, ordenado y culto que nos la legado unas obras de arte muy prolíficas en todas las ramas de la antigüedad. Con una ingeniería que en muchos aspectos, sólo se diferencia de la de hoy en la sustitución de hombres por máquinas, no así en sus fundamentos. El mayor poderío militar de la antigüedad. Con sus defectos y sus barbaries, pero qué civilización no la tiene o ha tenido.
Grave error juzgarlos fuera de su contexto histórico, con ojos del presente.

El yacimiento es muy importante y queda aún mmucho por desenterrar.  Ya comenté antes que mis descripciones pueden ser erróneas. Sugiero y animo a su visita sin más dilación.

He aquí una pequeña muestra








Y ya para terminar, recordar una hermosa canción de Joquín Sabina, titulada "Una de romanos"