LOS JUBITAPAS
Henos aquí otra vez, disfrutando de un paseo matutino en un día para nosotros indefinido, dada nuestra situación en la cual la festividad es algo permanente.
Aquí podemos ver a mi colega "en jarras", en plan chuleta. A este respecto en el próximo párrafo ampliaré algo más el significado de este vocablo.
El día en concreto era domingo, brumoso y ventoso. ¡y qué! si mañana no curramos. Siendo domingo pensamos que la mejor opción era compartir nuestro paseo con
LAS PARIENTAS
Miradlas y recrearos con ellas.
La foto tiene su mérito. Aunque discretas no están obsesionadas por el anonimato, ni tampoco es que sean vergonzosas, de hecho no les avergüenza acompañarnos ni compartir sus vidas con nosotros. Como exsplicarlo. Muy fácil: "a mí no me saques con estos pelos" "si ibas a hacer fotos podías haber avisado y me areglo un pco" "no me saques un primer plano que hoy no tengo mi mejor día"
Tooootttaal, que las saqué de espaldas.
El paseo en cuestión se realizó por la Dehesa de la Villa, para ver florecidos almendros y prunos que como de todos es sabido, son de los primeros en florecer.
Iniciamos el recorrido desde el final de la calle Antonio Machado, en el barrio de Saconia que yo no lo sabía, pero como sabiamente mi colega me informó, es famoso por sus chuletas, las chuletas de Saconia. De ahí la pose de mi colega, en plan chuleta.
El parque en cuestión es una maravilla. Es un lujazo dicho parque apenas a 15 minutos de Cuatro Caminos (andando). Las vistas del noroeste, oeste y sur de Madrid son magníficas. Además en domingo se produce una muy nutrida afluencia de seres humanos, muchos de ellos infectados por dos modernas plagas: perros sueltos y bicicletas. A estos últimos yo les llamo los nuevos domingueros. ¡ Y qué ! si yo soy un jubitapa. Además que importa este hecho si nos encontramos en un marco incomparable y en la mejor de las compañías.
Y así paseando cadenciosamente, llegamos nuevamente al barrio de Saconia. Era domingo y las carnicerías estaban cerradas, por tanto no pudimos comprar sus afamadas chuletas.
Fuimos a un bar muy conocido que se llama "El Plane", está en la C/ Antonio Mahado, arriba del todo, esquina a la calle Sinesio Delgado.
Es un bar totalmente recomendable, no muy grande pero con una amplia terraza. Su relación calidad precio es fenomenal y te atienden muy bien.
Con la consumición te ponen una peritivo más que digno, de cocina elaborada.
Nos tomamos unas cañitas y una oreja a la plancha, ración pequeña pero exquisita, cortada en lochas finas, como si fueran chicharrones.
Y con esto me despido, no sin antes dejar pasar la oportunidad de hacer mención al aludido Sinesio Delghado. Si algún día soy abuelo, solicitaré a mis hijos que si tienen un varón le pongan dicho nombre.
El susodicho prócer nació en tierras castellanas, como ya se puede suponer por el nombrecito de marras, concretamente en la palentina localidad de Támara de Campos, allá por el año de Dios de 1.859. Licenciado en medicina, escribió numerosas obras de teatro y dirigió semanarios periodísticos. Y ahora viene lo mejor: fundó la SGAE. El lo hizo con la mejor intención, aunque luego vinieron otros (todo degenera en esta vida) que ante el escaso éxito de su trayectoria artística (Teddy Bautista, Caco Senante, Antón Reixa y un largo etc), optaronr por la gestión y dirección del mencionado organismo.
Despedida y cierre. Cada mochuleo a su olivo. Nos depedimos entre abrazos, besos, risas y promesas de repetir e incrementar estas salidas y ya cuando estábamos a punto de irnos, mi colega exclama ¡andá que se me olvida darte la cecina!. Y a eso me fuí, a hicarle el diente a la cecina, la cecina del quinto, claro.
un gran paseo, sí señor
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